Hemos hablado mucho en FINACOTECA sobre el análisis y valoración de inversiones, entendiendo como inversión productiva aquella inmovilización de recursos que se hace pensando en generar valor.
Identificamos diversos métodos de valoración de inversiones según la consideración de varios elementos como la consideración del valor temporal del dinero.
La valoración de empresas no deja de ser una valoración de un proyecto de inversión. Sin embargo, son tantos los elementos que confluyen en un negocio o empresa, que se ha convertido en un campo de análisis concreto dentro de las Finanzas Corporativas.
Recordemos que valor y precio son conceptos distintos. El valor es subjetivo, en tanto es el resultado de una valoración y dependerá quién realiza la valoración, sus objetivos y sus capacidades de obtener mayores o menores rendimientos de dicho proyecto. El precio es el dato objetivo, específico y concreto por el que las partes acuerdan el intercambio.
El concepto de empresa
La Real Academia Española define una empresa como una «unidad de organización dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos«.
En efecto, una empresa como tal no requiere ni un lugar físico, ni un determinado número de activos o de personas implicadas ni siquiera se requiere que cuente con una forma jurídica concreta. Simplemente es la dedicación de recursos organizados para la realización de una actividad con fines lucrativos.
Desde el abogado autónomo que tiene su pequeño despacho hasta el empresario con 10.000 personas a cargo, ambos lideran una empresa, en el sentido económico de la palabra.
Ahora bien, el desarrollo económico e industrial de las sociedades ha hecho que se profesionalice el concepto de empresa de forma que tendemos a entender como tal la institución que toma una serie de recursos financieros para invertirlos en un conjunto de activos con los que obtener un rendimiento o beneficio como resultado de una actividad económica concreta.
Los métodos de valoración de empresas analizan el valor de éstas atendiendo a las especificidades que tiene la empresa como proyecto de inversión.
La valoración de empresas
Dentro del campo de las Finanzas Corporativas hay un área de especialización concreta en valoración de empresas.
Dado que la adquisición e integración de compañías se convierten en fuentes de crecimiento empresarial y por la gran complejidad que implican este tipo de valoraciones, se han generado áreas funcionales específicas centradas en este tipo de operaciones. Es lo que conocemos como M&A: Mergers and Acquisitions o, en español, Fusiones y Adquisiciones.
Pero no solo se realiza una valoración de una empresa para su adquisición o venta por alguna de las partes. Podemos encontrarnos multitud de situaciones en las que es necesaria una valoración de este tipo: desde negociaciones de refinanciación hasta procesos de incentivación de empleados vía participación en acciones.
Y será el objetivo concreto de la valoración el que nos guíe, indicando el método de valoración más adecuado en cada caso.
A la hora de valorar una empresa tenemos que empezar por entender qué objetivo de valoración tenemos.
No utilizará el mismo método el empresario que quiere adquirir una empresa de la competencia con objetivo de crecer en cuota de mercado que el inversor que quiere adquirir acciones en bolsa de una empresa cotizada.
Ambos inversores están adquiriendo participaciones en una sociedad, pero con objetivos totalmente distintos. Y el método de valoración deberá responder a cada uno de ellos.
Métodos de valoración de empresas
Como decimos, el objetivo de la valoración concreta marcará el método o métodos más adecuados para ello.
Sin entrar en detalle en los distintos métodos de valoración, haremos un pequeño repaso de los principales.
El descuento de flujos de caja
El descuento de flujos de caja es siempre el método más acertado y afinado para analizar el valor de un proyecto de inversión.
En el campo de la valoración de empresas esta máxima no cambia: el descuento de Flujos de Caja será el método más adecuado para valorar la empresa en cuestión.
Realmente se trata del método más complejo en cuanto que requiere por parte del analista toda una serie de hipótesis y estimaciones que conllevan subjetividad. Pero precisamente esta complejidad y mayor detalle son las que hacen que los escenarios planteados den los resultados más depurados.
Recordemos además que tanto el Flujo de Caja concreto analizado como la tasa de descuento utilizada dependerán del objetivo de la valoración: El análisis del valor de la empresa como unidad de negocio productiva (independientemente de la fuente de financiación) o el análisis del valor de las acciones, después del pago a las distintas fuentes de financiación.
Métodos contables
Los métodos de valoración contables son aquellos que parten de la información contenida en los Estados Financieros para conocer el valor de la empresa.
Generalmente se deduce que el valor de la empresa es el de su Patrimonio Neto (recordemos: Activo – Pasivos).
Estos métodos pecan de no ser capaces de reflejar toda una serie de activos intangibles no recogidos en la contabilidad de la empresa. No obstante, son métodos útiles en algunas situaciones concretas como podría ser cuando una empresa se encuentra en concurso de acreedores.
Dentro de este grupo encontramos los siguientes métodos: valor contable, valor contable ajustado, valor de liquidación y valor sustancial.
De este grupo de métodos de valoración surgieron otros conocidos como métodos mixtos de valoración que incorporan, además, el concepto de fondo de comercio. De esta forma se depuraba la valoración añadiendo otros activos intangibles como la imagen de marca o la cartera de clientes.
Métodos de descuento de dividendos
Los métodos de descuento de dividendos analizan el valor de una acción como la suma del valor actual de los dividendos que obtendrá el accionista.
Estos métodos son especialmente útiles en sectores como el bancario donde, por distintos motivos, resulta muy complicado realizar una adecuada estimación de los flujos de caja libres.
En estos casos, los modelos de descuento de dividendos nos permiten obtener un valor de la acción bastante aproximado al que obtendríamos por el descuento de ECF.
Métodos basados en múltiplos
Los métodos basados en múltiplos analizan el valor de una empresa de forma relativa, partiendo de una ratio: confrontan el valor que obtiene la empresa para esa ratio concreta con relación a otras empresas comparables del mercado.
De la misma forma que ocurre con el descuento de dividendos, los métodos basados en múltiplos tienen la ventaja de ser más sencillos que el descuento de flujos de caja, ya que parten de información más accesible.
La dificultad de estos métodos está en identificar tanto la ratio más adecuada para cada valoración como, sobre todo, la selección de empresas comparables.
En general, estos métodos deben siempre utilizarse junto con el descuento de flujos de caja, que siempre es, como hemos dicho, el más adecuado para valorar cualquier proyecto de inversión.
Algunos de los ratios más analizados son el PER (Precio/Beneficio), ratio Precio/Valor en Libros, ratio Valor/EBITDA, etc.
Métodos basados en la creación de valor
Derivados y evolucionados respecto de los métodos mixtos que consideraban el fondo de comercio en las valoraciones, surgen estos métodos. Los métodos basados en la creación de valor que consideran, precisamente, el potencial de creación de valor que genera una empresa respecto a su valor contable.
Incluimos aquí métodos como el Market Value Added (MVA), Economic Value Added (EVA), o Cash Value Added (CVA).