Hablamos de CAPEX para referirnos a las inversiones en capital.

El concepto proviene del inglés CAPital EXpenditure: en español, Gasto de Capital.

Esto es lo que generalmente conocemos como Inversión: destinar e inmovilizar recursos para la adquisición de bienes que durante un periodo de tiempo largo (superior a un año) utilizaremos para realizar nuestra actividad.

Hay 3 elementos clave en esta definición:

  • Inmovilización de recursos: los recursos destinados a inversión en CAPEX no podemos utilizarlos para otra cosa, pero tampoco se consumen automáticamente. Están inmovilizados.
  • Durante un periodo de tiempo superior a un año. Es un activo fijo que se deprecia paulatinamente, a lo largo de varios años.
  • Que utilizamos para nuestra actividad, pero no se consume en ella. Es decir: el activo ayuda a nuestra actividad sin “desaparecer” en el proceso.
Un ejemplo sencillito para entenderlo

Imaginemos que tenemos una panadería. Para la realización de nuestra actividad necesitaremos:

  • Un local, donde fabricar el pan y despachar a nuestros clientes.
  • Hornos, neveras, bandejas, etc. Equipamiento y otro menaje para la producción del pan.
  • Armarios, estanterías, vitrinas y otro mobiliario.
  • Equipos informáticos: ordenadores, cajas registradoras, software para la gestión de facturas, etc.

Es decir, necesitamos disponer de un conjunto de activos sin los que no podremos desarrollar nuestra actividad.

Estos activos están inmovilizados durante un periodo de tiempo más o menos largo para ayudarnos en el proceso productivo

1. Activos inmovilizados

Para adquirir estos activos destinamos unos recursos (entendiendo como tal básicamente dinero) que quedan inmovilizados: no los he perdido, sigo contando con estos recursos porque los he dedicado a adquirir otros bienes que igualmente me pertenecen, pero que no puedo hacerlos líquidos (convertirlos en dinero líquido) con la misma facilidad.

Sigo teniendo en propiedad esos recursos, pero con una naturaleza menos líquida o liquidable. Por eso decimos que invertir en CAPEX supone inmovilizar recursos, porque no puedo “moverlos” con la misma facilidad.

Es como cuando compras una casa: siempre puedes venderla y recuperar tu dinero, pero no es tan fácil como tenerlo disponible en el banco.

2. Durante un largo periodo de tiempo

Estos activos los incorporaremos al negocio y al proceso productivo mientras no se estropeen o queden obsoletos, es decir, mientras sigan siendo útiles. Y este periodo se alargará más allá del ciclo de explotación o del año natural, por eso son parte del activo fijo.

Es lo que distingue el CAPEX como inversión en activos fijos de las NOF o inversiones en activos circulantes: el CAPEX es un activo duradero, entendiendo como tal que va más allá ejercicio fiscal.

Es decir, si nos compramos una mesa por 2.000€, a priori podré utilizarla durante muchos años (supongamos que estimo que podré usarla durante 10 años). Esto significa que no tengo que imputar el total que me ha costado como gasto del año. Porque esos 2.000€ dan más de sí: podré hacer uso de ellos durante 10 años.

Por ello, contablemente podremos imputar este gasto de forma paulatina. Es decir, podemos amortizar nuestra inversión a lo largo de varios años: los que siga siendo útil para mi negocio.

Un elemento clave en el tratamiento del CAPEX es la amortización: la imputación a lo largo de distintos periodos del coste total de cada activo.

La amortización consiste en la imputación del gasto que supone una inversión en distintos años a lo largo de toda la vida útil de cada activo, representando la pérdida de valor de este.

En nuestro ejemplo, si amortizásemos la mesa de forma lineal a lo largo de sus 10 años de vida útil, tendríamos un gasto anual por 2.000 / 10 = 200€ al año. Cada año reconoceríamos este importe como gasto en nuestra Cuenta de Resultados y lo detraeríamos del valor de nuestro activo, de forma que en el año 10 la mesa ya valdría 0: estaría totalmente amortizada.

La normativa contable y fiscal de cada país marca los límites al periodo que podemos considerar como vida útil para cada categoría de activo tanto a efectos contables como a nivel impositivo, pudiendo generarse diferencias temporales entre la amortización contable de un activo y la amortización fiscal del mismo.

Pero ten en cuenta una cosa importante: que pueda amortizar un activo y «diferir» la imputación del gasto no tiene nada que ver con la salida de caja que supone el pago de la inversión. Esta salida se produce en su totalidad cuando pago la inversión y en ese momento será cuando afecte a mi Flujo de Caja Libre.

3. Para ayudarnos en el proceso productivo sin consumirse en él

El CAPEX se diferencia de otros gastos que se incorporan al proceso productivo o se producen como consecuencia del mismo y que “desaparecen” en el propio proceso:

  • Materia prima utilizada para la fabricación del pan: harina, levadura, etc.
  • Productos de limpieza para la limpieza del local.
  • Gastos de suministros como luz, agua, gas, etc. necesarios para producir y vender el pan.
  • Gastos de nóminas del personal y otros gastos asociados al mismo (formación del personal, equipos, etc.).
  • Material de oficina como papel, bolígrafos, etc.
  • Impuestos por actividad; Etc.

Estos gastos son lo que llamamos OPEX, también del inglés OPerational EXpenditures (sí, pecamos “un poco” en Finanzas de los anglicismos). Básicamente: gastos operativos.

Presta atención a mis palabras cuando hablamos de gastos: materia prima utilizada. Porque toda la materia prima que no se consume y queda, por ejemplo, en almacén, a la espera de ser utilizada, no es un gasto sino un activo: existencias (activo circulante en este caso).

En resumen, el CAPEX consiste en:

  • Inversión en activos fijos a mayor plazo de un año, y no en activos circulantes (que permanecen en la empresa durante periodos inferiores al ejercicio);
  • Que se utilizan para el proceso productivo, pero no se incorporan a él, como ocurre con los gastos operativos;
  • Pudiendo ser amortizados a lo largo de su vida útil, de forma que imputamos un gasto anual paulatino que afecte a nuestra cuenta de resultados.

Tipos de CAPEX

Entendiendo lo que es el CAPEX, tenemos también que atender a las diferencias entre inversiones según su naturaleza o destino: Mantenimiento o Crecimiento.

El CAPEX de Mantenimiento o de Reposición busca simplemente reemplazar CAPEX existente que se ha ido deteriorando. El CAPEX de reposición mantiene nuestra capacidad productiva actual. Por ejemplo, cuando cambiamos un horno que no funciona por uno nuevo. En teoría, este CAPEX de mantenimiento debería coincidir con las amortizaciones: cuando termino de amortizar un activo tengo que realizar una nueva inversión para reponerlo.

CAPEX de mantenimiento

Por el contrario, el CAPEX de Crecimiento es en el que invierte la compañía para mejorar y ampliar la capacidad de producción actual con el objetivo de crecer. Comprar un segundo horno adicional al que tenemos para duplicar nuestra capacidad de producción es un ejemplo de CAPEX de Crecimiento.

CAPEX Crecimiento

Activos circulantes y gastos

Hemos pasado antes por alto una distinción importante cuando hemos hablado de las materias primas consumidas: la diferencia entre activos circulantes y gastos o consumos.

Es importante la diferenciación ya que tiene un impacto directo en nuestros estados financieros: los gastos son elementos de la Cuenta de Resultados mientras que los activos son de Balance, ya sean activos fijos o activos circulantes.

Es decir: cuando compramos harina para fabricar el pan, pasa un periodo en almacén hasta que la usamos. Mientras está en almacén es parte de nuestros activos circulantes como existencias de materias primas (es una inversión en circulante que genera unas Necesidades Operativas de Fondos).

Cuando tomamos esa harina y la mezclamos con agua, automáticamente la harina desaparece y pasa a ser masa: es un producto en curso.  Y en el momento en que se hornea y tenemos pan listo para la venta, tenemos un producto terminado.

La harina la he comprado toda a la vez, pero no impactará en mi Cuenta de Resultados hasta que la consuma incorporándola al proceso de producción. Hasta ese momento será considerada un activo circulante, imputada en Balance.

Existen distintos métodos de gestión de existencias que afectan a cómo imputar el gasto en la cuenta de resultados (FIFO, LIFO, PMP, etc.)

Parece tonta esta distinción en el caso de una panadería, donde tenemos productos perecederos que se tienen que producir y vender casi en el día, por lo que el ciclo de explotación es muy corto y pasan apenas unos minutos u horas entre una fase y otra.

Sin embargo, pensemos en una fábrica de zapatos: desde la compra de la piel, los cordones y los hilos hasta la venta del zapato terminado pueden pasar semanas o incluso meses. En estos casos es fundamental la distinción entre fases del proceso de producción a efectos de inventariar y categorizar correctamente cada activo dentro del Balance, así como distinguir la piel que hemos usado (materia prima consumida = gasto) de la que queda en almacén a la espera de ser usada (materia prima no consumida = existencias).