Hablamos, en concepto amplio, de Capital Riesgo para referirnos a la actividad financiera que consiste en la participación temporal en el capital social de una empresa con el objetivo de obtener una rentabilidad en el momento de la desinversión.

Lo que hacen este tipo de inversiones es ayudar a otras empresas con una inyección de fondos para potenciarlas y que puedan crecer más o más rápido. De forma que, la acción de esa empresa, que inicialmente valía X, en el momento de la desinversión valga X+Y, siendo Y la rentabilidad obtenida por quien invirtió sus fondos.

Desde las asociaciones del sector buscan “rebautizar” esta actividad como Capital Privado, por las connotaciones negativas del término riesgo. Y es que el concepto surge en el mundo anglosajón como Venture Capital, relacionado con el concepto Riesgo y Ventura. En origen, se hacía más referencia a la parte “positiva” del concepto que a la negativa.

Características del Capital Riesgo

Podemos identificar unas características comunes en las operaciones de Capital Riesgo.

Participación privada en Fondos Propios

El Capital Riesgo es una forma de financiación alternativa por la que la entidad aporta recursos a cambio de entrar en el Capital Social de la empresa que recibe los fondos.

Es importante destacar que no se trata de deuda, porque la participación es en Fondos Propios. Tampoco es una compra de acciones en empresas cotizadas ya que se trata de negociaciones privadas de financiación.

Temporalidad

El Capital Riesgo es una inversión que, por concepto, nace con vocación de desinversión.

Es decir, la figura inversora destina unos fondos con el objetivo de recuperarlos en un tiempo determinado obteniendo una alta rentabilidad.

«En castellano»: comprar para vender más caro.

Toda inversión de Capital Riesgo es una aportación de fondos temporal.

Ahora bien, para alcanzar la rentabilidad deseada, la empresa a la que se destinan los fondos tiene que desarrollarse y crecer, para lo que es necesario que pasen años.

Por ello, se trata de una inversión temporal a medio/largo plazo, con un horizonte temporal que puede llegar a superar los 10 años, aunque la duración media está cerca de los 5-6 años.

Mayor rentabilidad y riesgo

El objetivo de este tipo de operaciones es siempre obtener una rentabilidad mayor que la que ofrecen otras inversiones del mercado, de ahí que toda inversión de esta naturaleza suponga un mayor riesgo.

En este tipo de operaciones, en ocasiones la entidad participante pierde parte o la totalidad de los fondos aportados. Sin embargo, otras participaciones dan una rentabilidad tan alta que “compensa” las pérdidas de aquellas que no llegan a tan buen puerto.

Como podrás imaginar, las entidades de Capital Riesgo son tremendamente esquivas a la hora de dar datos sobre las rentabilidades de sus operaciones ya que se trata de información muy confidencial. Sin embargo, los datos que arrojan permiten deducir que la rentabilidad media del sector ronda una TIR de 15%.

Acceso a expertise de negocio

En las actividades de Capital Riesgo, además de aportar fondos, se presta a las empresas participadas una gran ayuda de tipo empresarial o “de negocio”.

Efectivamente, se trata de un sector muy profesionalizado con personas que vienen del mundo empresarial y cuentan con gran experiencia.

En general, cuando una entidad de Capital Riesgo participa en otra, suele pasar a formar parte del Consejo de Administración.

Esto supone una gran ayuda para las empresas participadas, ya sea porque son empresas de muy nueva creación dirigidas por emprendedores con a veces poca experiencia a nivel empresarial y financiero o porque, estando ya en una fase de madurez o incluso declive, necesitan un cambio de rumbo para experimentar un nuevo despegue.

Tipos de Capital Riesgo

Más allá de la forma jurídica que adopte la entidad inversora, solemos hablar de dos grandes áreas de actividad en función de la fase del ciclo de vida en que está la empresa en la cual se invierte: Venture Capital y Private Equity.

Venture Capital

Hoy en día, hablamos de Venture Capital para referirnos a la inversión en sociedades en sus etapas más tempranas de desarrollo.

A su vez, distinguimos según se trate de inversión en:

  • Capital Semilla o Seed: Inversión en empresas de nueva creación, cuyo producto o servicio es apenas una idea o cuentan con un prototipo, pero no ha sido lanzado al mercado todavía.
  • Capital Arranque o Startup: Empresas que ya han empezado a operar, pero están en las fases más tempranas del lanzamiento.
  • Other Early Stage:  empresas ya operativas, pero en fase de expansión y cerca del punto de equilibrio o breakeven.  

Private Equity

El término Private Equity hace referencia, por contraposición al de Venture Capital, a las inversiones en empresas en una fase de mayor madurez.

Dentro de las operaciones de Private Equity o Buy-Out encontramos diversos tipos como:

  • Capital Expansión o Desarrollo: Fondos destinados a empresas maduras para que acometan estrategias de crecimiento en nuevos mercados o con nuevos productos.
  • Capital de Sustitución o Replacement: La entidad de Capital Riesgo sustituye a todos o parte de los accionistas actuales. Es típico en PYMES familiares donde no hay interés por parte de las nuevas generaciones de mantenerse en el negocio, por lo que venden sus acciones a un tercero.
  • Capital de Reestructuración o Turnaround: Inversión en empresas en fase de declive o en momentos de crisis financieras.
  • Leveraged Buy-Out (LBO): Muy típico en el sector, se trata de operaciones apalancadas, financiadas con un alto nivel de deuda.

La desinversión

Uno de los momentos clave de toda inversión de Capital Privado o Capital Riesgo es el momento de la desinversión, ya que de esto depende la rentabilidad final obtenida.

Existen distintas formas de desinversión:

  • Recompra de acciones por los socios iniciales: los accionistas originales vuelven a recuperar el 100% del control de su empresa.
  • Venta de participación a un tercero en una nueva operación de tipo privado, ya sea otra entidad de Capital Riesgo o un inversor de tipo industrial interesado en adquirir la empresa participada para integrarla en su actividad como forma de crecimiento inorgánico.
  • Venta de acciones mediante salida a Bolsa de la entidad participada u Oferta Pública de Venta en caso de empresas que ya coticen en los mercados. De esta forma, la participación pasa a repartirse entre una multitud de pequeños inversores.
  • En el peor de los casos, si la empresa invertida ha entrado en fase de declive y cierre, la operación finaliza con la liquidación de negocio.

El Capital Riesgo informal: Los Business Angels

Una figura relativamente particular, conocida en ocasiones como “Capital Riesgo Informal” es la de los Business Angels: inversores particulares que invierten sus propios recursos en otras empresas, con el mismo objetivo que cualquier otra entidad de Capital Riesgo.

De hecho, la figura del Business Angel es el origen de la actividad del Capital Riesgo y tiene su origen en los históricos mecenas que patrocinaban a un artista o científico.

El Business Angel suele ser una figura del mundo empresarial que, además de participar con fondos financieros, aporta su experiencia, know-how e incluso contactos en el ámbito empresarial.